Aquí vengo con otro truco: pan rayado congelado.
Pues bien, este consejo consiste en triturar el pan que ya se ponga duro, introducirlo en la Thermomix a velocidad progresiva hasta que quede bien molido, o bien usando un rayador u otra cosa con la misma utilidad. Acto seguido lo metemos en una bolsa de plástico y directo al congelador.
Al sacarlo, el pan no olerá a humedad, mientras que si lo introducimos en un bote de cristal o herméticamente, sin congelarlo, al sacarlo olerá bastante mal.
De esta manera puedes hacer cualquier receta si te encuentras sin pan. Lo mejor es que se queda "suelto", no hace falta descongelarlo, sino que se puede utilizar tal y como se saca del congelador.